miércoles, 8 de mayo de 2013

Tierra quemada

       No es tarea fácil salir de un club a los 3 años y hacerlo habiéndose enemistado con la directiva, los jugadores, gran parte de la afición, el entrenador del filial y los capitanes. The special one lo ha conseguido, y ahora que ya sabe a ciencia cierta que su futuro está en Inglaterra, está empezando a cobrar facturas, pasar recados y aplicando esa máxima tan nuestra de "para lo que me queda en el convento..."

       El presidente, "su amigo" Florentino, merece mención aparte. Por ahora se está mostrando cauto y comedido, haciendo ver que lo que está pasando no va con él. Mourinho lo está incendiando todo y Florentino sabe que eso es, en cierta parte, culpa suya. El portugués ya traía un currículum de desplantes y malos gestos en su mochila, que también venía cargada de éxitos y títulos. El presi sabía lo que fichaba, sabía que Mou era el único capaz de invertir la dinámica ganadora del Barça y acabar con el calvario blanco en Europa. La medida era arriesgada; traer a un entrenador conflictivo, que probablemente crease mala imagen a cambio de ganar y volver a ser grandes de verdad; era un precio que Florentino estaba dispuesto a pagar. Ahora, 3 años, una Liga y veremos si dos Copas del Rey después, el presidente sabe que ha fracasado, que Mourinho se ira del Madrid sin cumplir los objetivos para los que se le ficharon y además lo hará dejando al club dividido. 3 semifinales de Champions no son suficiente botín para un club al que su historia ha acostumbrado a ser el mejor. Florentino colmó de mando a Mourinho, le dio todos los poderes; se jugó todo a una carta y le salió mal. Por eso no sale públicamente a callar a su entrenador y a poner calma; le ha permitido demasiadas cosas. Si en más de 2 años y medio no ha dicho nada, no será tan inconsciente de hacerlo cuando a Mou no le queda ni un mes en la capital.

       Eso sí, hasta que el técnico se vaya, seguirá disparando. Por cada bofetón que le den, él disparará 6 veces a quemaropa. No tendrá reparo en enemistarse y enfrentarse a todo y a todos; en los últimos días le ha tocado a Íker, Cristiano, Iniesta y Pepe (y los que vendrán). Sabe que en esa guerra el siempre saldrá vencedor y no dudará en responder a todo aquel que consciente, directa o indirectamente, diga algo que le haga darse por aludido, aunque eso perjudique seriamente al Madrid. Su función en estas semanas será dejar tierra quemada y destruir lo que pueda, y por ahora, no lo está haciendo nada mal.

martes, 30 de abril de 2013

Menos épica y más fútbol

'Noventa minuti en el Bernabéu son molto longo', que dijo Juanito, o el término de 'Miedo escénico' que se encargó de crear Valdano refiriéndose a la sensación de pavor que sienten los rivales al llegar al feudo blanco. Desde Madrid se apela a la épica, al 'Espíritu de Juanito' y al Hat-trick de Butragueño contra el Anderlecht. El Real tiene todo eso, cierto, forma parte de su historia, pero encomendarse a ello para remontar es agarrarse a un clavo ardiendo. 

De lo que menos se ha hablado estos días es de fútbol, qué paradoja. Alentar al público para que llene el estadio, ruja y apriete desde antes del partido es un buen camino, pero si el Madrid juega como en la ida, no habrá nada que hacer. Hace 6 días se vieron superados, al igual que el Barça el día anterior, por un equipo con hambre, sabedor de que no se verá en otra igual en años (ya le están empezando a desmantelar el equipo) y con estos precedentes, con la épica, no basta. 

El Real Madrid tiene plantilla, calidad y argumentos de sobra para remontar esta eliminatoria. Un gol fuera de casa en partido europeo da mucho oxígeno, aún habiendo recibido cuatro. Es en las situaciones límite cuando club y jugadores han de demostrar su grandeza. La de Cristiano está fuera de todo debate; él será el encargado de guiar al Real a una remontada que se presume (casi)imposible. El Dortmund es un equipo que cree en sí mismo, que va a muerte con su entrenador, es solidario en el campo y que sobre todo, cree en su fútbol. La tripleta Reus-Gotze-Lewandowski es letal, cierto, pero si Mourinho encuentra la manera de liberar a Alonso, de soltarle los grilletes que Klopp le puso en los tres partidos en los que ya se han enfrentado españoles y alemanes, el Madrid podrá decir algo. Sin él, es imposible; el Real se queda seco y el Borussia gana enteros. 

Contra el Málaga, el día clave, se vio al Borussia que hoy esperan ver todos en el Bernabéu. Esa falta de experiencia, unida al empuje del público, la salida desde el minuto uno y las ganas de jugar a fútbol, mandar y dominar, son la única fórmula para que el Madrid remonte una eliminatoria que se presume complicada. Apelar a Juanito está bien, pero mejor iría apelando a Cristiano, Ramos, Alonso, Ozil y el resto de jugadores que salten hoy al verde, porque ellos, y sólo ellos, serán los únicos capaces de llevar al equipo hasta Wembley.

jueves, 11 de abril de 2013

Messidependencia


       Decir que el Barça depende de Messi, al igual que decir que el Madrid lo hace de Cristiano, es algo entendible y además, lógico. Lo que preocupa es la imagen de los azulgrana de ayer, maniatados por un PSG que jugó cómodo todo el partido, hasta que entró Leo.

       Xavi, pese a sus números en lo que a pases completados se refiere, no está, y Busquets, el equilibrio de este equipo, estaba desubicado. El Barça se hizo largo por momentos y el PSG se aprovechó de ello. De un balón perdido en la corona del área del París, llegó una contra bien llevada por Pastore e Ibra que acabó con el 0-1 del argentino. Y Messi, a calentar.

       Con su entrada, mermado, el Barça tocó y a los de Ancelotti, les entró el pánico. La sola presencia de Messi da miedo, aunque esté lesionado es un jugador diferencial, único y decisivo. Ayer volvió a dar muestra de ello. Físicamente tocado, se dedicó a combinar, a zigzaguear, a tocar y a atraer rivales; a asociarse para que el Barça se encontrase a sí mismo. Los propios jugadores ganaron confianza, su líder estaba en el campo e Iniesta entendió perfectamente qué necesitaba el partido. Estudio aparte merece su jugada de ayer delante de Jallet, una más del repertorio del manchego.

       Con Messi en el campo, el Barcelona mejoró y de una jugada en la que acumuló rivales, soltó para Villa, que cedió a Pedro para marcar el gol del empate. Ahí cambió el partido. Lo preocupante es la falta de ideas de los de Vilanova hasta que entró el argentino. El Barça ponía la posesión y el PSG las ocasiones, Valdés salió salvador en unas cuantas y la tragedia se mascaba en el Camp Nou.

       Tener a Leo da tranquilidad, pero la dependencia excesiva de un jugador empequeñece a un equipo, y ayer el Barça, se mostró frágil ante un París que pudo matar la eliminatoria. Lo mejor de todo para los azulgrana es saber el miedo que genera Messi a los rivales con su sola presencia, haber sellado el pase a semifinales y que ahora habrá 2 semanas para recuperar sensaciones y para sobre todo, recuperar a Xavi, que buena falta hace.

             

miércoles, 10 de abril de 2013

Con la cabeza bien alta

       El Málaga cayó en los cuartos de final de la Champions en uno de los campos más difíciles de Europa, el Westfallen, en el último minuto, después de ponerse dos veces por delante y sabiendo que el empate les era bueno. Para la historia del fútbol quedan ya esos cuatro minutos de añadido decretados por el escocés Craig Thomson en los que el Málaga encajó dos goles que le apeaban de las semifinales. El 2-2 llegó en un incomprensible error de Demichelis, el único que cometió en toda la eliminatoria, al medir mal en un salto limpio y sencillo. Lo chungo vino después, cuando a falta de un minuto para el final, y con los de Pellegrini todavía clasificados, cuatro jugadores del Dortmund estaban en fuera de juego claro después de un centro de Lewandowski y cuando, tras el rechace, Santana remataba a la red también en fuera de juego. 2 en 1 y cuatro árbitros que no ven (o no quieren pitar) nada.

       En casi toda España, no sólo en Málaga, se habló de robo, de atraco, de platinato; se llegó a decir que un club que está sancionado por la UEFA para la próxima edición de la competición no conviene que pase la eliminatoria o que existen intereses para que, bajo ningún concepto, tres de los cuatro equipos que pasasen a semifinales fueran españoles.
       Pero entonces, ¿Por qué se concede un gol de Eliseu en fuera de juego? Si el árbitro actuase condicionado desde arriba, habría anulado sin dudar una jugada dudosa. Lo que está claro es que no todos los errores arbitrales son robos, al igual que no todos los robos son casualidades; intereses hay siempre, lo difícil es acertar cuándo.

       A toro pasado, el Málaga debe pensar en lo que ha hecho. Debe darse cuenta de que siendo un debutante y para muchos la cenicienta de los cruces (junto al Galatasaray), estuvo clasificado hasta casi la última jugada del encuentro y que sobre todo, cayó con la cabeza alta y siendo fiel a un estilo. Lo de Pellegrini ya merece mención a parte. En Vila-real se quedó a un penalti de la final de París y ayer a un minuto de las semifinales, las dos veces con equipos debutantes en la competición.

       Es difícil razonar cuando te sientes estafado, pero en Málaga han de quedarse con el arte de Isco, sin duda una de las figuras emergentes de Europa, el equilibrio creado por estrellas, veteranos y novatos; la seguridad de Caballero y la segunda juventud de Joaquín. Han caído, sí, pero si el fútbol es justo, este Málaga, al igual que Pellegrini (que ya ha sido apeado de la gloria en 2 ocasiones) tendrán una nueva oportunidad no dentro de mucho.

lunes, 18 de marzo de 2013

Si duermes con niños te levantas meado

"Si conseguimos ganar en Coruña, les dejaremos con los dos pies en segunda", declaró Iago Aspas, jugador celeste y 'antideportivista' -como el mismo se declara-, en los días previos al partido que enfrentó el viernes al Deportivo y al Celta en el Municipal de Riazor.

El Deportivo llegaba último, con la imperiosa necesidad de ganar, y el Celta se veía por primera vez en años con una oportunidad irrepetible: ganar el partido y asestarle a los de Fernando Vázquez un golpe mortal que los enviase al infierno de segunda.
Por si lo de Aspas fuese poca mecha para avivar al Deportivo, la foto de Hugo Mallo mofándose del Coruña en el bus en el que viajaba para animar a su equipo, terminó de incendiar el derbi.

En las horas previas, ambos jugadores, canteranos y para muchos, referencias del celtismo, echaron gasolina y cabrearon al deportivismo. Sobre el césped sólo estaba Iago, que tiene los mismos quilates de calidad en sus botas, como de falta de materia gris en su cerebro. El de Moaña duró 30 minutos en el campo. La presión le pudo, Marchena y sus años de veteranía le sacaron del partido y posiblemente de las próximas citas en las que el Celta se jugará el devenir en primera. Hugo estaba en la grada, animando e incitando como un hincha cualquiera, pasando por alto que un jugador no es un aficionado más, y que por muy lesionado que se esté, ha de dar una imagen. Segundo error del vigués.

Demasiado fácil se lo pusieron a un Deportivo necesitado, que llevaba desde principios de enero sin conocer la victoria. Con Valerón a los mandos y el 'regalo' de Iago, el derbi estaba listo. Riki, Silvio y Salomao pusieron los goles deportivistas y Park anotó el celeste a escasos minutos del final. Valerón puso el talento y Aspas y Mallo la inocencia y la torpeza; uno en el campo y el otro en la grada.

El Celta salió de Coruña con su mejor jugador expulsado para varias jornadas, su imagen dañada, metidos en descenso e invitando a soñar a un Deportivo al que todo lo que le queda son finales. Todo les salió al revés. Ya lo dijo Mario Bermejo al finalizar el partido, "Si duermes con niños te levantas meado".

martes, 12 de marzo de 2013

Cuestión de intensidad

     Que el Barça es infinitamente superior al Milan es una afirmación que no debería sorprender a nadie, al igual que decir que remontar un 2-0 en una eliminatoria de vuelta de Champions, y ante un equipo italiano, tampoco es tarea fácil.

     Las cosas están así, en San Siro el Barça no sólo no hizo los deberes sino que suspendió con nota, trayendo un resultado nada alentador de Italia. Ahora hay 90 minutos para remediarlo, 90 minutos en los que el Barça necesitará volver a ser el Barça. Con eso debería bastar.

     Variar el esquema y pasar del 4-3-3 clásico a un 3-4-3 o incluso a un 3-5-2 es simplemente una cuestión numérica y de variación a priori. Todo el juego y la disposición táctica variará según el minuto, el resultado y el planteamiento del Milan. La clasificación no pasa por salir a morder en el minuto 1, dejando huecos atrás, desprotegiéndose y queriendo tener la eliminatoria remontada en el 15; no. La clasificación pasa porque el equipo se haga profundo, tenga paciencia, combine con peligro, circule rápido y vaya intenso a la presión. Con eso, el gol llegará, seguro. El Milan se desarbolará y el partido entrará donde quiere el Barcelona. Ahora bien, tratar de remontar 'sólo' teniendo la pelota, con una posesión estéril y previsible no servirá; como ya quedó demostrado en la ida ante el Milan y en los dos partidos ante el Real Madrid.

     Si entra o no Villa, si juega Alexis o si Fàbregas continúa siendo titular, no debería importar. Particularmente yo emplearía a Tello, por eso de jugar con alguien pegado a la banda con desborde, uno contra uno, centro y gol. Pero aún así, salga quien salga, sea defensa de tres, de cuatro o de cinco, el Barcelona tiene la obligación de conseguir una remontada a la que tiene desacostumbrados a sus seguidores. Esa remontada se conseguirá si se cree que puede conseguirse, si el Camp Nou aprieta y sobre todo si los hombres de arriba del Barça primero, y todo el equipo en bloque después, presionan, asfixian y aprietan a un equipo que no querrá la pelota. De el robo en zona de tres cuartos vienen las ocasiones, la sorpresa y el gol. Hoy Busquets será importante, tendrá que engranar y sostener todo el equipo, impidiendo que se haga largo por momentos y dándole esa estabilidad y ayudas que seguro necesitará.

     Los 11 jugadores del Barcelona que salten esta noche al verde del Camp Nou, sean quienes sean, sólo han de tener una palabra metida en la cabeza: intensidad. Siendo intensos recuperarán balones tras pérdida, crearán ocasiones, encerrarán al Milan y llegarán los goles. La clave estará en ver cuántos y para eso sólo queda esperar a que empiece el partido. 

miércoles, 6 de marzo de 2013

A cuartos sin brillar

     Se esperaba un partido complicado en Old Trafford. El 1-1 de la ida en el Santiago Bernabéu, que clasificaba al United, presagiaba un encuentro diferente, con un Manchester dispuesto a entregar la pelota y esperar ordenado atrás y un Madrid con la obligación de hacer lo que menos le gusta: controlar, mandar y proponer ante un rival encerrado; sin espacios para correr.

     El Madrid salía con todo, con la única 'sorpresa' de Varane, que a base de goles, solidez y limpieza ha relegado a Pepe al banquillo, y la entrada de Higuaín por Benzema. En el United, Giggs salía de inicio para jugar su partido 1000 con la camiseta de los 'Diablos Rojos' y la tarea de ayudar a Rafael a frenar las subidas de Coentrao y el peligro de Cristiano, y poner cordura y pausa con el balón en los pies.
La primera parte se cerró sin goles. Con un Madrid atascado por el centro, preso de su propia incapacidad para crear espacios ante rivales replegados y un United cómodo con su papel en el campo, que llegó incluso a estrellar un balón en el palo tras un saque de esquina.

     Los segundos 45 minutos se iniciaron de la mejor manera posible para los de Ferguson; jugada rocambolesca, centro al área, toque de Welbeck, rechace que da en Ramos y gol en propia puerta del Madrid. El Manchester se adelantaba y Old Trafford festejaba. El Madrid navegaba a la deriva. Tocaba sin peligro, Ozil no asociaba, Cristiano no aparecía y Alonso estaba bien sujeto en la creación. Hasta que llegó la expulsión de Nani. Una acción de juego peligroso y golpe fortuito que el árbitro interpretó como agresión del caboverdiano a Arbeloa y finalizó con la expulsión del jugador del United. Ahí sí, contra 10, Mourinho movió ficha y realizó el segundo cambio (el primero había sido Kaka por Di María, lesionado, al filo del descanso) dando entrada a Modric por Arbeloa, que ya no tenía a quién marcar. El croata salió enchufado, liberó a Alonso y le dio aire nuevo al Madrid. Con más espacios e Higuaín echado a banda derecha los huecos empezaron a aparecer, pero el gol del empate llegó en un disparo de rabia, seco y ajustado del croata desde la frontal ante el que nada pudo hacer De Gea. Un gol que valía 40 millones de euros.

     Y ahí se acabó todo. Los de Mourinho ya habían conseguido empatar la eliminatoria y con uno más sobre el verde y más oxígeno en los pulmones, el segundo gol era cuestión de tiempo. En una acción cualquiera, Ozil se disfrazó de Redondo, asistió a Higuaín y Cristiano la empujo en el segundo palo en uno de los goles más melancólicos de su carrera. 1-2 y eliminatoria superada.
Con el trabajo hecho, entró Pepe en el campo para recuperar la defensa de cuatro y el Madrid volvió a echarse atrás, replegó más de lo necesario ante un equipo en inferioridad y el Manchester rozó en varias ocasiones un gol que les habría dado alas, pero ayer no sólo Modric quiso empezar a justificar su fichaje, también Diego López se erigió en salvador del Madrid.

     El partido terminó así. Con el Manchester muriendo en el área blanca, Cristiano pidiendo perdón y un Madrid que ya espera rival en cuartos.

lunes, 25 de febrero de 2013

Alexis no impresiona

     No hablaré de datos, sino de impresiones. La impresión que dio Alexis al llegar al Barcelona fue buena; muy buena. Debut al más alto nivel, como titular, contra el Real Madrid y jugándose el primer titulo de la temporada. Sin conocer casi a sus compañeros se fajó, corrió, colaboró, fue generoso y dribló; ni mucho ni poco, como las cosas necesarias, lo hizo en su justa medida. Esa era su principal cualidad, el desborde, y en su presentación oficial como azulgrana se encargó de demostrarlo. Por eso llegó al Barça y encandiló a Guardiola, que presionó al club cerrándose en banda y obligando a realizar un desembolso de más de 40 millones de euros por un chico de apenas 22 años.

     Lo cierto es que ahora, en su segunda temporada en Can Barça, el chileno no ha terminado de demostrar el por qué de su fichaje. Continuando con las impresiones, impresiona ver cómo ha perdido su seña de identidad. Recibe, levanta la cabeza y la suelta al primer toque; no mira ni tantea al rival. Nunca busca portería, su mirada está siempre puesta en Leo. Su apodo, 'Maravilla Sánchez', no tiene nada que ver con la manera de tirar paredes o asistir a sus compañeros. Desde siempre, Alexis encaraba, fintaba, se iba y después, buscaba. Ahora ya no. Su trabajo es encomiable pero entre sus funciones entra también la de ver puerta con relativa frecuencia, cosa que, hoy por hoy, no hace.

     Sus 24 primaveras hacen que su progresión sea todavía una incógnita. Llegó como una promesa, y como tal, la confianza con él está siendo mayor que con muchos otros jugadores. Los más de 40 millones que costó son, en gran parte, los responsables de que, al menos a día de hoy, siga gozando de más minutos de los que realmente merece. Es combativo, generoso y desprendido. Maneja ambas piernas, crea espacios y habilita jugadas. Cualidades tiene pero, sin buscar la portería es imposible anotar, nos pongamos como nos pongamos. Ahora bien, si a su trabajo defensivo y su brega les suma esos 14-16 goles en Liga (este año lleva uno) que se le han de "exigir" a un delantero secundario de un equipo goleador como el Barça, podrá terminar de justificar su fichaje y cerrará de un portazo todo el runrún que ha surgido a su alrededor. Pero bien, mientras las cosas sigan así, parece, vaya, que da la impresión de que Alexis no impresiona.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Ganar, ganar o ganar


     El Madrid se enfrenta esta noche ante un rival al que hace 11 años que no vence: él mismo. Hay que echar la vista muy atrás para recordar aquella volea con la que Zidane convirtió un balón que bajaba con nieve desde el cielo de Glasgow en el que posiblemente es el mejor gol de la historia de la Champions.

     Hoy, muchos años, fracasos y entrenadores después, los pupilos de Mou vuelven a tener una ocasión para alzar la voz y demostrar que siguen siendo uno de los gallos de Europa. La primera oportunidad se perdió el año pasado, en casa y desde los 11 metros. Este año el equipo está lleno de urgencias, y la Copa de Europa es el caramelo que les puede endulzar la temporada. Todavía es febrero y queda más de media competición, pero el partido de esta noche es el primer Match Ball de la temporada. Los resultados en Liga no son buenos y la afición sigue aguantando los desplantes y marrullerías de un entrenador que se sostiene por ser el único que les puede conseguir la ‘Orejona’. Ahora mismo, Mourinho tiene licencia para hacer y deshacer, quejarse, enfadarse o castigar; desde arriba se le permite todo porque el verdadero objetivo de la temporada es conseguir esa tan ansiada “Décima”, y si se logra todo lo demás quedará supeditado a un segundo plano.
En frente estará el Manchester, un habitual en las rondas finales de Champions, con un entrenador veterano y experto, una gran plantilla y ganas de demostrar que los clubes ingleses no tienen nada que envidiar a los españoles.

     Sin duda será un duelo de altura, posiblemente el enfrentamiento más atractivo de estos Octavos de final. La expectativa ya está creada, dos históricos del fútbol mundial vuelven a encontrarse muchos años después, con el último enfrentamiento aún en la retina de muchos, en una exhibición de Ronaldo en el ‘Teatro de los sueños’ con Hat-trick incluido. Hoy, la responsabilidad cae sobre otro Ronaldo, de apellido Cristiano, con pesado ‘Red’ y muchas ganas de seguir demostrando el excepcional estado de forma en el que se encuentra.

     A los demás, simplemente nos queda acomodarnos y centrarnos en disfrutar del gran espectáculo. Señores, que empiece el espectáculo.