martes, 12 de marzo de 2013

Cuestión de intensidad

     Que el Barça es infinitamente superior al Milan es una afirmación que no debería sorprender a nadie, al igual que decir que remontar un 2-0 en una eliminatoria de vuelta de Champions, y ante un equipo italiano, tampoco es tarea fácil.

     Las cosas están así, en San Siro el Barça no sólo no hizo los deberes sino que suspendió con nota, trayendo un resultado nada alentador de Italia. Ahora hay 90 minutos para remediarlo, 90 minutos en los que el Barça necesitará volver a ser el Barça. Con eso debería bastar.

     Variar el esquema y pasar del 4-3-3 clásico a un 3-4-3 o incluso a un 3-5-2 es simplemente una cuestión numérica y de variación a priori. Todo el juego y la disposición táctica variará según el minuto, el resultado y el planteamiento del Milan. La clasificación no pasa por salir a morder en el minuto 1, dejando huecos atrás, desprotegiéndose y queriendo tener la eliminatoria remontada en el 15; no. La clasificación pasa porque el equipo se haga profundo, tenga paciencia, combine con peligro, circule rápido y vaya intenso a la presión. Con eso, el gol llegará, seguro. El Milan se desarbolará y el partido entrará donde quiere el Barcelona. Ahora bien, tratar de remontar 'sólo' teniendo la pelota, con una posesión estéril y previsible no servirá; como ya quedó demostrado en la ida ante el Milan y en los dos partidos ante el Real Madrid.

     Si entra o no Villa, si juega Alexis o si Fàbregas continúa siendo titular, no debería importar. Particularmente yo emplearía a Tello, por eso de jugar con alguien pegado a la banda con desborde, uno contra uno, centro y gol. Pero aún así, salga quien salga, sea defensa de tres, de cuatro o de cinco, el Barcelona tiene la obligación de conseguir una remontada a la que tiene desacostumbrados a sus seguidores. Esa remontada se conseguirá si se cree que puede conseguirse, si el Camp Nou aprieta y sobre todo si los hombres de arriba del Barça primero, y todo el equipo en bloque después, presionan, asfixian y aprietan a un equipo que no querrá la pelota. De el robo en zona de tres cuartos vienen las ocasiones, la sorpresa y el gol. Hoy Busquets será importante, tendrá que engranar y sostener todo el equipo, impidiendo que se haga largo por momentos y dándole esa estabilidad y ayudas que seguro necesitará.

     Los 11 jugadores del Barcelona que salten esta noche al verde del Camp Nou, sean quienes sean, sólo han de tener una palabra metida en la cabeza: intensidad. Siendo intensos recuperarán balones tras pérdida, crearán ocasiones, encerrarán al Milan y llegarán los goles. La clave estará en ver cuántos y para eso sólo queda esperar a que empiece el partido. 

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