martes, 7 de junio de 2011

Un Villa, dos roles.

     David Villa es un delantero de recursos, una especie de todoterreno dentro de un campo de fútbol que aúna talento, sacrificio, solidaridad y gol.
     Sin ninguna duda es uno de los arietes más codiciados del panorama mundial, pero ahora que ha encontrado su sitio al lado de los mejores peloteros del mundo, David ya no escucha ofertas.

     Su camino ha seguido una evolución lógica. Se hizo profesional en el club de su vida, el Sporting de Gijón; se curtió en el Zaragoza, se hizo grande en el Valencia y aspira a hacerse eterno en el Fútbol Club Barcelona.       
Villa es un ariete especial, capaz de aclimatarse a todo tipo de situaciones, me explico.
     Durante los últimos años, Villa era el ’9’ del Valencia y de la Selección, los goles de ambos conjuntos dependían en gran medida de él; era la referencia, la punta de lanza de ambos equipos. Pero este verano las cosas cambiaron para ‘el Guaje’ que sustituyó  la paella por la butifarra y se trasladó a Barcelona. Club grande, jugadores increíbles, máximas aspiraciones, exigencia límite; la situación era completamente diferente.

     En Barcelona la estrella es Messi, Villa llega como un buen refuerzo para la delantera, su misión es hacer goles pero sobre todo, hacer mejor a Leo. Su rol cambia, los flashes ahora no le apuntan a él, un joven de Rosario es el que copa todas las portadas, así lo quiere el Pep. Lo bueno es que lo asume desde el primer momento, éste es su mérito. La Liga empieza y los registros de Villa son sensiblemente inferiores a los de temporadas anteriores; empiezan a llegar críticas. Surgen preguntas y dudas acerca de su fichaje, de su precio, de su rendimiento… todo lo que rodea a Villa se pone en tela de juicio. Los partidos avanzan y las competiciones llegan a tramos decisivos. Villa, como el resto del equipo, cumple con creces, pero es Messi el que se sale y monopoliza las portadas.
     El mejor Barça de la historia tiene en sus filas al que será (si no lo es ya) el mejor jugador de todos los tiempos. Todos los jugadores son conscientes de ello, por eso en el vestuario no existen celos ni luchas de egos. Saben que Leo es la estrella, el eje que hace girar el grandioso rodillo azulgrana y asumen su papel con orgullo y entereza.

     Cuando juega con la Selección las cosas son diferentes para David. Ahí es la referencia, el líder, el jugador a buscar. Ahora Iniesta, Xavi o Pedro no levantan la cabeza para asistir a Messi, sus ojos se centran en encontrar a Villa, en regalarle ese pase milimétrico con el que terminar la jugada.

Y lo bueno, tanto para el Barcelona como para España es que Villa sabe de sobra cuál es su papel en ambos momentos. Es consciente de que en la Selección le buscan como guía que les alumbre el camino y que en el Barça es un ‘súper-clase’ más, con peso dentro de la plantilla, pero que comparte vestuario con Leo Messi.

Esto es lo que hace especial a Villa, su inteligencia. Por eso Pep lo eligió. Es el socio idóneo para Messi en el Barcelona y el referente de oro para guiar a la Selección. Un jugador con dos roles diferenciados pero que siempre hace lo que mejor se le da, marcar goles.

domingo, 5 de junio de 2011

Fin de semana deportivo.

     Leo mi anterior publicación y me dan ganas de reír. Cómo pude querer achacar mi falta de escritos al hecho de que los deportes se acababan… Soy gilipollas, el tiempo se ha encargado de demostrármelo este fin de semana.

     Partidos clasificatorios para la Eurocopa de 2012, amistosos, categorías inferiores de la Selección; el Gran Premio de Cataluña de Moto GP y la final de Roland Garros. ¿Y yo decía que no había deporte? Lo que no había eran ganas de escribir; la pereza me podía y eso tenía (tiene) que cambiar.
Vayamos por partes.

     El sábado volvía la Selección. Había mucho, mucho morbo. Pero no por el rival ni por volver a jugar en el estadio en el que la nariz rota de Luis Enrique y sus lágrimas hicieron llorar a un país entero 17 años atrás, eso era secundario. Lo importante era ver cómo se llevaban nuestros jugadores. Ver si Piqué y Ramos hacían juntos el calentamiento, si en los paseos había clanes y los del Barça sólo se juntaban con los del Barça y los del Madrid con los del Madrid… tonterías. Los jugadores son profesionales, es posible que Piqué y Ramos no fueran amigos antes, ni lo van a ser ahora. Ante todo son profesionales, les une un objetivo común que está por encima de rencillas personales y piques de patio de colegio.
     Los casos de Busquets, Alonso, Villa y Arbeloa son algo diferentes. Ellos si eran amigos, pero cuatro partidos no van a cambiar eso. Unos días juntos, ver que forman parte del mismo grupo, vacaciones y todo volverá a la normalidad. Ah, por cierto, se ganó 4-0 y se jugó como siempre. Faltaban algunos habituales pero Alonso, Silva y Cazorla se encargaron de hacer jugar a España. Y Torres marcó. De verdad, 274 días después volvió a ver puerta.

     Por otro lado la carrera de Moto Gp fue mucho más insulsa de lo que se esperaba. Lorenzo corría en casa, Simoncelli tenía la pole y Rossi quería seguir escalando. Sólo faltaba Pedrosa, pero parecía que la carrera prometía. En la salida Simoncelli se quedaba y Lorenzo se ponía primero con Stoner a rueda. Esto fue lo más interesante. Al rato el australiano adelantó a Lorenzo y ya no volvió a ceder nunca más la posición. Por unos momentos, a falta de 13 vueltas empezó a llover levemente, finas gotas salpicaban los cascos de los pilotos pero nada, falsa alarma. La lluvia no quiso aparecer por Montmeló. Las vueltas pasaron y nada cambió. Lorenzo sigue líder, Stoner se acerca y Rossi no llega. Quizá este sería un buen resumen para una carrera descafeinada, aburrida en algunos tramos, una de esas que no costará mucho olvidar.

     Pero no había tiempo ni para comer. Una vez sonaron los himnos en Montmeló y las motos dejaron de abrir gas, tocaba centrarse en la final de Roland Garros, la final soñada: Roger Federer – Rafael Nadal. Duelo de titanes, tenis de muchos quilates.
     El suizo salió a muerte. Fue un vendaval en los primeros juegos. Nadal no se encontraba en la pista, no se sentía cómodo; demasiadas horas invertidas y demasiados juegos cedidos hasta llegar a la final. Hasta que apareció el tenis rabioso de Rafa. Las piernas empezaron a funcionar, las derechas iban a las líneas, conectaba los primeros y ahora era Federer el que sufría. El manacorí era un ciclón. 

     Muchos puntos para enmarcar, derechas ganadoras y devoluciones imposibles. Nadal tenía hoy una cita con la historia y no quiso faltar. Roger lo puso difícil ganando el tercer set e impidiendo que Rafa se llevara la final por la vía rápida… pero nadie dijo que esto iba a ser fácil, ¿no? Entonces Rafa, cuando parecía que el partido podía torcerse y la final iría a 5 sets, tiró de casta, desplegó su mejor tenis y le endosó a Federer un 6-1 para recordar.
     6 Roland Garros, 10 Grand Slam y SÓLO 25 años. Su juego y su humildad encandilan. Ya ha igualado a Borg en tierra, y eso son palabras mayores.

Federer y Nadal, Nadal y Federer, pese a las lesiones siempre están ahí, liderando el tenis mundial. Sin ninguna duda son dos prodigios de la raqueta empeñados en entrar en el Olimpo del tenis. Ojalá lo sigan intentando durante muchos años más, porque lo que pueden hacer con una raqueta entre las manos es cosa de locos y nosotros estaremos para disfrutarlo.

     Y esto ha sido todo. Federer, Lorenzo, Cazorla, Nadal, Isco, Stoner, Silva… cúmulo de nombres. Infinidad de cracks.


miércoles, 1 de junio de 2011

Un poco de nada

     La liga se acaba, la Champions se acaba, lo mismo pasa con la ACB y demás competiciones colectivas. Los jugadores descansan; llegan los exámenes. Y el verano… Todos los factores se alían para que las entradas en mi blog se vean bruscamente reducidas.

     Quizá la poca fuerza de voluntad, el calor, que el Dépor haya bajado a Segunda o la presión del fin de curso hayan conseguido que deje apartada mi vena de “escritor” durante estas semanas. Hago mal, lo sé. Escribir me gusta, es una vocación desde que aprendí a hacerlo sin cometer (casi) faltas de ortografía; me apasioné por leer y redactar, tuve profesores que creyeron en mí y me encomendaron algunos textos… me fui creciendo y oye, pues que me hice un blog. Sí, también lo sé, los que no sois demasiado futboleros ni deportistas, mi blog, hablando pronto y mal, os la resbala. Es lógico, yo tampoco leo blogs de cocina o de moda por hobby. Pero llevo mamando fútbol desde que nací; el único responsable, un señor calvo y muy pesado que, a base de hacerme tragar mundiales de atletismo, partidos de fútbol y demás competiciones deportivas, hizo que me encantara el deporte. Así que, las culpas a él.

     Hoy no escribiré sobre nada, entendiendo por “nada” un tema concreto, hoy estoy tratando de justificar mi injustificable abandono del blog. ¿Si me gusta tanto escribir y disfruto tanto, por qué no lo hago con más regularidad? Los que estéis esperando que ahora aparezca una rotunda y aclaradora idea que me justifique, olvidaros; no soy capaz de responder a esta pregunta.

     Escribir es una afición muy bonita y enriquecedora, de verdad. Yo disfruto cuando veo que trato de escribir algo y las frases van saliendo solas. Pero me lo tomo con demasiada pasión, es como una especie de reto personal, tengo que mejorar, inconscientemente me lo estoy imponiendo y por eso, cuando las frases no salen y la inspiración no viene, pues decido no escribir.
Los que tengáis aficiones que sean fáciles de llevar a cabo y puedan gustar a la gente, no hagáis como yo, sed incisivos y dedicarle tiempo. Me tomo la atribución de aconsejaros esto, vosotros sois libres de hacerme caso o no.
   Eso sí, los que estéis leyendo esto, gracias, porque sé que detrás de todos mis anteriores artículos estabais vosotros. Todavía no entiendo el por qué, pero sé que muchos dedicáis parte de vuestro tiempo a leer mis paranoias deportivas, y eso me llena para seguir. 
Supongo que lo hacéis porque sois mis amigos ;)

     Ya me despido. Siento la sensación de que he escrito mucho pero en realidad no he dicho nada, pero no sé, tenía la necesidad de escribir, de demostrarme a mi mismo que todavía no me he olvidado de hacErglO (¿O sí?) En fin, que eso, “El Pulpo” seguirá sacando artículos a lo largo de las semanas.

Muchas gracias a todos los que me leéis, de verdad os lo digo.